viernes, 24 de julio de 2009

¡Dejen en paz a Honduras!

Publicado en el diario "La Razón", de Lima-Perú, el 24 de Julio de 2009

El Látigo del Rufus


Ricardo Sánchez-Serra (*)

En los últimos días estamos espectando una inusual ofensiva internacional contra el pequeño país de Honduras, todo para favorecer a Manuel Zelaya, el defenestrado presidente que se alineó con el mandatario venezolano Hugo Chávez y compañía.
Si Zelaya hubiera sido de otra tendencia ideológica, léase derecha, los países y organismos estarían silenciosos con algún comunicado mostrando su preocupación, un “saludo a la bandera”.

El principio de no intervención es el que debe salvaguardarse ahora. El caviar José Miguel Insulza, a la sazón, secretario general de la OEA, grita a los mil vientos que no se puede detener una guerra civil en Honduras. ¿Es que su ideología lo ciega? ¿O todo el día está viendo el canal chavista Telesur, que transmite las mismas escenas varias horas del día de pequeñas y aisladas protestas?

Detrás del manto de Insulza se encuentra una operación militar disfrazada –bajo auspicio de la OEA- liderada por Venezuela y Nicaragua, para penetrar en territorio hondureño y reinstalar al impopular mandatario Zelaya. ¿Cuántos muertos causarán en nombre del socialismo del siglo XXI?

Visionariamente, el presidente colombiano Alvaro Uribe –como lo recordó Uri Ben Schmuel en su “Columna del Director”, fue el primer mandatario que enarboló el principio de no intervención. Que los hondureños solucionen solos sus problemas: Roberto Micheletti es el presidente que sucedió constitucionalmente a Zelaya, quien pretendió no sólo reelegirse inconstitucionalmente, sino que colisionó con el Tribunal Electoral, el Congreso y el Poder Judicial.

El único “pecado” en la deposición de Zelaya, fue que lo sacaron en pijama y lo sacaron del país, recordando a las viejas dictaduras militares que deportaban a los presidentes o los asesinaban. En la forma se equivocaron, hubieran seguido un proceso legal para su defenestración. Pero, en fin, no hay que llorar sobre la leche derramada.

Resulta saludable la rectificación en la posición peruana, que si en un principio expresó “su más enérgica condena a la ruptura del orden constitucional en Honduras”, hoy apoya la mediación del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, para restablecer el proceso democrático en ese país con respeto a la Constitución y por medios pacíficos; y, criticó a la OEA, que “se olvidó de hacer lo que solía hacer siempre, que es convocar, participar, propiciar un diálogo que permita el restablecimiento democrático.

Lo que no me pareció bien es que participaran en este intento de avasallar a Honduras y tratar de decir, bueno, acá restituimos, casi con manu militari, la presidencia”, señaló el canciller José García Belaunde.

Me extraña sí, los boicots que pretenden hacer los países europeos, que en realidad afectarán al pueblo hondureño. Esas naciones creen en democracias irreales, filosóficas, paran soñando, no aterrizan, los terroristas en otros países menos en los suyos son idealistas; en el caso de la masacre de policías en Bagua sin saber ya estaban pronunciándose a favor de los nativos. En verdad, paran en la luna de Paita.

De Estados Unidos era de esperarse: existe una administración demócrata, tradicionalmente bien caída del palto en temas internacionales, diferente a la republicana que sí sabe lo que quiere. La única salida a la crisis hondureña es el adelanto de elecciones, pero ya!

*Periodista. Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera.

Email: sanchez-serra9416@hotmail.com Blog: http://rsanchezserra.blogspot.com/

viernes, 17 de julio de 2009

Adopte un fraile. Publicado en el diario El Peruano, de Lima-Perú, el 17 de julio de 2009

Publicado en el diario El Peruano, de Lima-Perú, el 17 de julio de 2009


PAPA CONVOCA “AÑO SACERDOTAL


Ricardo Sánchez-Serra
Periodista (*)

El papa Benedicto XVI convocó oficialmente un “Año Sacerdotal” con ocasión del 150° aniversario del fallecimiento de Juan María Vianney, el Cura de Ars, Santo Patrón de todos los párrocos del mundo, “para favorecer esta tendencia de los sacerdotes a la perfección espiritual de la que depende sobre todo la eficacia de su ministerio”.
Es muy amplio definir qué es un sacerdote, pero en resumen, es un hombre elegido por Dios y que recibe una consagración para guiar a su rebaño hacia la salvación y al que Dios le otorga facultades relacionadas con los sacramentos. Además, es el amigo, el consejero, el guía espiritual.
En todas las épocas su trabajo ha sido incomprendido y además sujeto a embates y tentaciones. Hay que tener en cuenta que si bien es consagrado por Dios, es un humano como todos. Y en el combate contra las bestias del averno, el sacerdote no puede luchar solo, necesita las oraciones de su feligresía que le den fortaleza espiritual y les permita salir airosos. Y en estos tiempos es más importante aún, porque existe una especial predilección del demonio a agredirlo.
Por ello, es necesario que “adoptemos” a un sacerdote, que recemos todos los días por él –sin que sepa– en este año dedicado a él, y le demos así energía y el don de la perseverancia.
En Colombia, el movimiento Lazos de Amor Mariano ya lanzó con éxito la campaña de oración “Adopta un sacerdote” en la que solicita “pedir por su vida y fidelidad al ministerio apostólico asumido, mediante el ofrecimiento de oraciones, jaculatorias, sacrificios, horas de trabajo, misterios y rosarios completos, confesiones, comuniones, misas, vía crucis y horas de adoración eucarísticas”.
En Italia, la Oficina de Pastoral del Migrante (OPM) de la Arquidiócesis de Turín acaba de finalizar la campaña “Yo tengo un amigo sacerdote caldeo iraquí”, para ayudar a los presbíteros de Irak en sus necesidades, “tanto materiales como espirituales, ante las dificultades que se viven en el país donde los católicos son la minoría”.
De otro lado, también se puede colaborar en la formación de los sacerdotes dando un donativo a las órdenes y congregaciones religiosas, como a los combonianos, franciscanos capuchinos, entre otras.
(*) Miembro de la Prensa Extranjera

Discriminación monstruosa contra prestigioso embajador

Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 17 de julio de 2009

El Látigo del Rufus


Ricardo Sánchez-Serra*

Se ha denunciado públicamente y en el Congreso, la discriminación contra un prestigioso embajador, Pablo Portugal, subsecretario de Planeamiento de la Cancillería, a quien le tocaba salir al exterior para desempeñar una función diplomática.
¿Qué hizo Portugal para ser discriminado? Estar perdiendo la visión, pero lo peor de todo es que la Cancillería se está basando en una “leguleyada” para justificar la segregación. Ella señala que los embajadores pueden permanecer en Lima un mínimo de tres años pero no se fijan plazos máximos (Portugal lleva más de cinco). Además, Torre Tagle explicó que la potestad de nombrar a embajadores en el exterior es del Presidente de la República. Sí, pero lo que no dicen es que no lo ha propuesto a Alan García.

Esas verdades a medias, estimado Joselo, te desprestigian. ¿Qué es peor? Pasar como mentiroso, o ser señalado como insensible, discriminador, sectario, violador del derecho de igualdad, atentando incluso contra la Constitución. ¿Por qué ganarte estos epítetos gratuitamente, si basta ser sensato y justo?

El embajador Portugal no nació ayer. Tiene una excelente foja como diplomático. Ha sido el número 3 en la Cancillería: Subsecretario de Política Exterior, de América, acreditado ante la mayoría de los países limítrofes y ante la ONU, OEA y ALADI. Esto lo menciono para que lo sepan los lectores y para también, sin duda, refrescar la memoria de la gente de la Cancillería.

Me extraña, por eso, que por tener una discapacidad una persona sea discriminada y eso desprestigia a nuestra Cancillería, porque viola la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y es una afrenta al sentido común. Esos instrumentos han sido firmados por la Cancillería. ¿Se refrendaron con convicción o eran para la foto? ¿Dónde queda la autoridad moral, si en la propia casa se cuecen habas?

Si José García Belaúnde, el vicecanciller Néstor Popolizio, o el embajador ante la ONU, Gonzalo Gutiérrez comienzan a perder o perdieran la vista, ¿deberían acaso perder sus cargos o ser discriminados?

“No hagas a otro lo que no quieras que hagan contigo”, está en el Talmud. La regla de oro de Jesús: “así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes”. Y en el hinduismo: “No debemos comportarnos hacia otros en una forma que nos resulte desagradable. Ésta es la esencia de la moralidad”.

Dicen que “todos tenemos un esqueleto oculto en el armario”, esperemos que la discriminación no sea ese esqueleto de Joselo.

*Periodista. Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera

Email: sanchez-serra9416@hotmail.com Blog: http://rsanchezserra.blogspot.com/

jueves, 2 de julio de 2009

La necesaria reelección de Uribe

Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 2 de julio de 2009

El Látigo de Rufus

Ricardo Sánchez-Serra (*)
Para un pueblo acostumbrado a vivir en democracia, la alternancia en el poder es saludable, pero cuando una nación está saliendo –y con las heridas por cicatrizar– de una agresión narcoterrorista tan cruenta para la población y tan desestabilizadora para la democracia, como la de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que por 45 años está asolando a Colombia, es necesario que el Gobierno exitoso continúe democráticamente en el poder, con el apoyo mayoritario de la población.
El presidente Alvaro Uribe es uno de los mejores mandatarios que ha tenido Colombia en muchos años, al haber pacificado su país, equilibrado su economía y tener una eficaz política social. Pero la tarea de pacificación no ha terminado y él está reflexionando si conviene postular a una segunda reelección, para lo cual es necesaria una reforma constitucional.

Fatídicamente casi la totalidad de los candidatos a la presidencia no garantizan la continuidad de la política de seguridad democrática y, peor aún, se escuchan voces de negociaciones con las FARC o de hacer una política más permeable “conciliadoras” con los terroristas, retrocediendo así los avances en la lucha contrasubversiva y en la pacificación en general.

La política de seguridad de Uribe –instaurada hace 7 años– ha costado a los colombianos sangre y lágrimas, pero este valor democrático dio sus frutos. No hay colombiano y que se ponga la mano en el pecho, que lo pueda negar, si alguno lo hace sería por mezquindad.

La política de seguridad democrática ha sido eficiente y lo demuestran las cifras. Entre grupos subversivos, autodefensas ilegales y bandas criminales se han capturado en los últimos diez años a 51 mil delincuentes, se abatieron a más de 15 mil, habiéndose desmovilizado más de 23 mil. Por los números es impresionante la alta criminalidad que había en Colombia y que Uribe supo enfrentar.

Las fuerzas del orden decomisaron 10 millones de munición, más de 48 mil armas y 16 mil equipos de comunicación. Y a los narcos se les incautaron 7,135 armas, 387.993 municiones, 4,219 equipos de comunicación, 3,202 embarcaciones, 387 aeronaves y se destruyó más de 18 mil laboratorios de cocaína. Por tanto, las acciones delictivas como secuestros, homicidios, voladuras de oleoductos, torres de energía, puentes, vías y los ataques a la población, en general disminuyeron notoriamente durante la administración de Uribe.

Además, el gobierno tuvo una eficaz acción social reconstruyendo viviendas, infraestructura, ayuda humanitaria, atención a víctimas de la violencia y desplazados.

Uribe goza del 74 por ciento de la aprobación ciudadana. Incluso, si accediera a presentarse a una segunda reelección, ganaría –de acuerdo a la última encuesta de Ipsos– en primera vuelta, con el 57 por ciento de la intención de votos. Colombia premia así la pacificación, el orden, la seguridad.

De acuerdo a esa encuesta, muy rezagados quedarían el ex alcalde de Medellín, Sergio Fajardo, con el 6 por ciento, y el izquierdista Carlos Gaviria con el 5 por ciento, entre otros 21 posibles candidatos.

El candidato de Uribe, el ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos, si bien garantiza la continuidad de la política de seguridad democrática, no está seguro de ganar la elección presidencial. En la misma encuesta, Santos logra el 19% y el ex ministro de Agricultura Andrés Arias el 12%, mientras que Fajardo y Gaviria obtienen el 8 por ciento, respectivamente.

Colombia no merece la incertidumbre, ni perder la paz. Uribe puede retirarse como héroe, como un gran presidente hoy, pero debe ser consciente que su país aún lo necesita. La convaleciente democracia colombiana aún lo demanda.

*Periodista. Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera

Email: sanchez-serra9416@hotmail.com / Blog: http://rsanchezserra.blogspot.com/


Publicado en La Razón, el 2 de julio de 2009
Columna del Director

Uribe

Uri Ben Schmuel
uribs@larazon.com.pe

Hoy se cumple un año de la ‘Operación Jaque’, con la que el Ejército colombiano propinó el 2 de julio de 2008 el más duro golpe a las FARC en sus 45 años de historia y permitió el rescate, sin un solo disparo, de 15 de sus más preciados rehenes, entre ellos (la malagradecida) Ingrid Betancourt. Y por eso suscribimos con puntos y comas la columna de Ricardo Sánchez Serra en las páginas centrales de la edición de hoy respecto al presidente de Colombia, Álvaro Uribe. Solo añadiremos algunos comentarios sobre esta rara avis de la política latinoamericana, porque pocas veces hemos visto un mandatario que tenga las cosas tan claras. Ayer, por ejemplo, defendió sin medias tintas el principio de la “no intervención” externa ante la crisis política en Honduras, horas antes de una sesión extraordinaria de la OEA sobre el tema.
“El respeto a la no intervención debe ser a todas las horas, frente a todos los casos, no puede ser sesgado, no puede ser en este caso no intervención, en este caso sí intervención”, dijo Uribe a la prensa tras un discurso en el Centro Woodrow Wilson. Y por si a alguien le quedaban dudas, añadió: “Cuando se viola el principio de la intervención se crean enormes dificultades políticas en el país intervenido, (debe) respetarse la determinación democrática de cada pueblo”.

Valiosa lección de coraje y consecuencia frente a esa dictadura “políticamente correcta” que trata de imponer su doble rasero y sus sesgados criterios como si fueran las Tablas de la Ley. Un coraje que por cierto también dejó de manifiesto Uribe cuando, en un acto de legítima defensa que en su momento aplaudimos, ordenó el bombardeo de un campamento de las FARC en Ecuador, donde se refugiaban los narcoterroristas tras perpetrar sus fechorías. Chávez y Correa se hicieron los gallitos, pero cuando les tocó estar cara a cara con Uribe a los pocos días de la operación, éste los cuadró en magistral discurso y el petrodictador y su sacasillas se convirtieron en mansos corderitos.

El colombiano es la clase de estadista que la región necesita. Un demócrata a carta cabal, partidario de la economía de mercado, que sabe muy bien la diferencia entre apaciguamiento y pacificación. No en vano la progresía latinoamericana lo detesta: encarna todo aquello que quiere destruir. Pero lo cierto es que en este continente plagado de populistas hace falta más gente de la talla de Uribe y menos demagogos como Chávez, Morales, Ortega, Kirchner y otros impresentables.

¿Y nuestro Uribe dónde está? Faltan dos años para las próximas, cruciales elecciones peruanas (en las que se decidirá si continuamos en la ruta del progreso o regresamos a las cavernas del estatismo) y no lo vemos ni por asomo. ¿Habrá que ir como Diógenes por las calles en pleno día, con la lámpara encendida, diciendo “Busco un líder”?