miércoles, 24 de mayo de 2017

En búsqueda de la felicidad

Publicado en La Razòn, el 24 de mayo de 2017



En búsqueda de la felicidad


Ricardo Sánchez Serra

¿Qué tendría que suceder para que los peruanos seamos felices? ¿Depende del gobierno? ¿Depende de nosotros?

En el índice de la felicidad censado por las Naciones Unidas desde hace unos 5 años a un promedio de 155 países, el Perú está a media tabla, en el puesto 63.
Se promedia los factores de salud, económicos y sociales. Al margen de ello, asimismo se toma en cuenta la esperanza de vida, la renta per cápita, la confianza en las instituciones y la corrupción y la generosidad en el entorno social.

Si estamos en ese puesto, es porque los peruanos somos muy solidarios en apoyar a la gente con problemas y contrapesa la desazón que nos causa las dificultades económicas y la corrupción.
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Todo es distracción: Chincheros, Vizcarra, Fujimori, Basombrío, Patricia García, Odebrecht… Y las noticias policiales, cada vez más cotidianas, ya cansan y deprimen.

Los países más felices son los nórdicos, encabezados por Noruega, que se turna el liderato con Dinamarca, además figuran entre los diez primeros, Suiza, Islandia, Finlandia, Holanda y Canadá, única nación del continente americano en el ranking de los “10”. Los países latinoamericanos que nos superan son todos menos Venezuela y Paraguay.

Cuando uno va a convenciones en el exterior, los más bulliciosos y alegres son los africanos y sin embargo el continente africano es el más infeliz. En el último lugar se encuentra la República Centroafricana. 

Hay naciones impacientadas por lograr la felicidad que hasta han creado un Ministerio de la Felicidad, como Venezuela, Ecuador y Emiratos Árabes Unidos. En Estados Unidos cambiaron el nombre del departamento de servicios comunitarios por el de "Departamento General para la Felicidad de la Comunidad".

Difícil estimar la felicidad de un país con tantos factores. Se puede estar estancados económicamente, pero mañana Perú clasifica al mundial y nos olvidamos de todos los problemas. Recuérdese que el gobierno revolucionario de la década de los ´70 aprovechaba de subir el precio de la gasolina cuando ganábamos en vóley.

Pero, anécdotas aparte, para lograr la felicidad el trabajo es de uno y si el Estado no puede ayudar, por lo menos que no obstruya y se enfoque en unir a los peruanos y mejorar su calidad de vida. Esa será su mejor contribución.

@sanchezserra



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